Una de las playas más impresionantes de Europa, Es Trenc atrae a los visitantes con un mar inmaculado y una arena blanca y suave que se extiende a lo largo de 2 km entre la Colonia de Sant Jordi y Sa Ràpita, con un hermoso telón de fondo de pinares. El canto de las cigarras es prácticamente la banda sonora de este paraíso virgen, creando un ambiente paradisíaco para los días de relax en el mar.
Las fotos de Es Trenc suelen confundirse con las de las perlas del Caribe, esta playa hace gala de unas aguas tropicales de color turquesa y de la más fina arena de alabastro que siempre atrae a los visitantes para que vuelvan una y otra vez.
El nombre de este oasis se traduce literalmente como "barranco" y su belleza no necesita mucha presentación. Una playa ideal para simplemente disfrutar de las vistas, no ofrece deportes acuáticos, bares ruidosos o actividades similares, el principal atractivo de Es Trenc es el paisaje indómito. Es mejor acceder a ella en un yate privado, ya que llegar a este paraíso azul puede ser bastante pesado de otro modo, esta playa está bastante aislada y guarda con orgullo sus encantos contra la masificación.
Asegúrese de cargar su cámara y tomar unas cuantas fotos para entrar en calor en los fríos meses de invierno. Practicar esnórquel o pasear por las dunas y el tobogán son formas estupendas de absorber la milagrosa naturaleza, mientras que los visitantes más curiosos pueden encontrar interesante echar un vistazo a la reserva natural y avistar especies raras mientras observan las aves en el santuario cercano.
Es Trenc forma parte del Área Natural de Especial Interés Es Trenc - Salobrar de Campos, y cuenta con un grupo de seguidores que lucharon contra el desarrollo planificado durante tres décadas, antes de ganar finalmente en 2008, cuando se prohibió la construcción de hoteles.
Esta playa virgen sigue siendo un sencillo paraíso del chillout, en el que encontrará a los más jóvenes tomando el sol y disfrutando de refrescantes baños, sin la irritante música y el bullicio al que la mayoría se ha acostumbrado en otros lugares de veraneo. Aquí encontrará un auténtico ambiente mallorquín de ritmo lento, con unos cuantos chiringuitos donde podrá tomar unos bocados o un refrescante cóctel.
Para conseguir algunos regalos como recuerdo, puedes hacer una visita a la cafetería y tienda Flor De Sal y comprar sales orgánicas cosechadas a mano con un toque creativo - prueba la variedad de naranja y chile para añadir un poco de sol a tus platos cuando estés de vuelta en casa, mientras que la versión de lavanda y limón puede servirte también para algunos proyectos de cuidado de la piel DIY.