Una rara mezcla de vida natural bien conservada y paisajes asombrosos, Sa Dragonera es una isla escarpada que encanta a los visitantes con un entorno único y vistas espectaculares.
Situada en el suroeste de Mallorca, en el municipio de Andratx, este cautivador oasis parece un paraíso encantado atrapado en el tiempo, algo así como un Parque Jurásico marino. Las imponentes rocas se elevan 350 metros sobre el nivel del mar y forman un paisaje sin igual, perfecto para los visitantes que necesitan algo más que arena suave y aguas transparentes para quedar impresionados. Esta diminuta isla tiene poco más de 4 km de longitud y mide apenas 900 metros en su punto más ancho, pero cuenta con una inmensa belleza que le deslumbrará con sus encantos naturales.
Esta reserva natural es un paraíso para los excursionistas, los caminantes y los entusiastas de la vida salvaje. Llamada así por su forma, alberga una especie de dragones, aunque diminutos. Aquí se ha desarrollado una subespecie de lagarto endémica de las Baleares que inspira recuerdos que representan a este animal emblemático de la isla.
Los lagartos de pared prosperan aquí y atraen la atención de los visitantes amantes de la naturaleza. La observación de aves en este llamativo entorno natural es algo que también se puede esperar: cargue sus cámaras por si ve a los halcones de Eleonor, que han establecido aquí una gran colonia de cría. Para confirmar el estatus de Sa Dragonera como uno de los mejores lugares para maravillarse con la flora y la fauna, Dragonera también cuenta con 400 parejas reproductoras de la rara pardela balear y muchas otras especies raras.
Las costas rocosas de la isla deshabitada están cubiertas en su mayoría por matorrales de maquis mediterráneo y romero silvestre, mientras que los líquenes anaranjados, usados históricamente para producir tintes, sirven de hermoso telón de fondo a los mares de color cobalto.
Para admirar el paisaje, haga una excursión hasta el faro del Far Vell, situado en el punto más alto de Dragonera (353 m), en Na Popia; los restos de los faros que funcionaron en su día datan del siglo XVIII y ofrecen la oportunidad perfecta para admirar las vistas panorámicas.
Sa Dragonera tiene una historia interminable y apasionante, sobre la que puede aprender más en el pequeño centro de interpretación que hay aquí. Piratas y contrabandistas utilizaron Sa Dragonera a lo largo del tiempo, y se pueden escuchar numerosas leyendas sobre los lagartos de la isla, que hipnotizan a los visitantes tanto como lo hacían hace siglos.
