Un lugar con una energía especial, Lluc es el hogar del santuario más famoso de Mallorca, situado cerca del Puig de Massanella y en plena Sierra de Tramuntana.
El nombre deriva de "lucus", que significa "bosque sagrado", y este precioso lugar es el origen de muchas leyendas, una de las cuales afirma que un pastor y un monje se tropezaron con una imagen de la Virgen de Lluc en un paseo vespertino, para donarla a la antigua iglesia parroquial de Sant Pere, pero la imagen volvió a su hogar original, por sí sola. Se dice que aquí se produjeron muchos milagros, y una visita a este tranquilo monasterio es una experiencia milagrosa por sí misma.
Situado en el municipio de Escorca, este lugar de peregrinación se asienta en una cuenca de 525 metros, lo que permite unas vistas impresionantes de los encantadores entornos y la tranquila naturaleza.
El Santuario de Lluc tiene una larga historia, con una capilla ornamentada que data de 1268 y un complejo arquitectónico al que muchos acuden cuando necesitan limpiar el alma o simplemente pasar un rato de oración y contemplación.
El coro de niños Els Blauets, llamado así por las sotanas azules que llevan los cantantes, se fundó en 1531 y obtuvo reconocimiento mundial. Durante su visita, podrá escuchar sus melódicas canciones, ya que el coro celebra conciertos con regularidad.
El Santuari de Lluc pone a disposición de los visitantes las celdas de los monjes, un área recreativa rodeada de un encinar y Ca s'Amitger, el centro de interpretación de la Serra de Tramuntana.
Durante su visita, podrá conocer el rico patrimonio del lugar en el museo que da a un fragante jardín de magnolias, y después podrá comprar algunos recuerdos en la tienda o comer algo en la famosa panadería que vende delicias mallorquinas como ensaimadas y coques de verdura. Varios restaurantes, como Font Coberta, C'Amitger y Sa Fonda sirven una cocina deliciosa, y se dice que el cordero que se sirve aquí es el mejor del Mediterráneo.
Lluc también cuenta con un maravilloso jardín botánico, donde podrá estirar los pies después de comer mientras se maravilla con el exuberante entorno de flores, árboles y plantas autóctonas de Baleares.